Armagedón


 

Introducción

El presente contenido es pura revelación divina, hecho después de un intenso estudio de las Escrituras. No sé si habrá algún libro o predicador que hable de estas cosas de la manera que Jesús me ha ayudado a concebirlas y a entenderlas, pero en lo personal, es con la plena dirección de Jesús que he llegado a estas conclusiones.

 

La penúltima batalla del diablo y del hombre, contra Dios, se llevará a cabo en este valle de Israel. Será una lucha del trío infernal y contingentes de naciones de todo el planeta, contra Jesús y sus santos. Después de celebrar las bodas del Cordero, en los cielos, vendrá Jesús con los suyos para liberar a Jerusalén, la cual estará en manos del Anticristo. Esta contienda será para terminar el período apocalíptico o gran tribulación. Es importante entender, que esta, no es la batalla final; la última pugna se realizará al finalizar el milenio. Acompáñeme un momento.

 

Sobre este lugar

En la biblia, solo en una ocasión se menciona la palabra Armagedón (Apocalipsis 16.16). Este nombre es una expresión hebrea que deriva de las palabras "har" y "meggiddo o meggiddon". Har significa: montaña o cordillera de colinas. Meggiddo fue una ciudad de origen cananeo la cual conquisto Josué cuando tomó posesión de Canaán (Josué 12.21). Tomando en cuenta lo anterior, se puede decir que Armagedón significa: Meguido, ciudad de la montaña, o Meguido, ciudad de las colinas. Esta ciudad, perteneció a la tribu de Manases (Josué 17.11). En la antigüedad (se supone), este territorio fue parte de un camino principal entre Asia y Africa.

 

Cuando la biblia habla de la batalla de Armagedón, no se refiere a la ciudad sino al valle que está en la misma región. Este se encuentra ubicado al borde sur de la llanura de Isacar, 55-60 millas al noreste de Jerusalén y 20 millas al oriente del puerto de la ciudad de Haifa, dentro del moderno estado de Israel. También se le conoce con el nombre de: Llano de Esdraelon y valle de Jezreel.

 

Valle de Armagedón o Meggido.

 

Parte de su historia

El rey Salomón restauro algunas ciudades de este valle, incluyendo Meggiddo, y las convirtió en ciudades de aprovisionamiento, donde tenía sus carros y caballos; año 3150 después de Adán y 1012 antes de Cristo (I Reyes 9.15-19). Se supone, que los enormes fundamentos de los establos construidos por Salomón en estas ciudades, aun se pueden observar.

La batalla de Débora y Barac, contra el ejército de Sísara, se llevó a cabo en este valle (Jueces 4.1...).

Dios levantó un caudillo llamado Gedeón de la tribu de Manases, para liberar a su pueblo de la opresión que Madian le había impuesto (Jueces 6.1...). El derrotó a los madianitas en este valle (Jueces 6.33).

 

Acab, rey de Israel o reino del norte (I Reyes 16.29), tenía un palacio en Jezreel. Fue ahí donde Jezabel mujer de Acab mando a matar infamemente a Nabot para que despojarle de su viña. En este lugar el profeta Elías profirió o dijo la profecía al rey Acab, que por la muerte de Nabot los perros lamerían su sangre en ese mismo sitio y comerían a Jezabel en el muro de Jezreel (I Reyes 21.1...). El rey Josías murió en este valle, peleando contra el Faraón Necao rey de Egipto; año 3553 d. A. y 609 a. C. (II Reyes 23.29).

 

Desde la antigüedad, este valle fue escenario de muchas batallas; y es aquí, donde se realizará la penúltima lucha del diablo y sus aliados contra Jesucristo, para dar comienzo al milenio.

 

Observación

He escuchado y leído bastante sobre este acontecimiento; y muchos o todos, mezclan estos hechos que estamos tratando, con los de los capítulos treinta y ocho y treinta y nueve del libro de Ezequiel. Pero son acontecimientos totalmente diferentes; ya que uno se realiza antes del milenio (Armagedón), y el otro (batalla de Gog y Magog), después del mismo. Nunca se debe olvidar que la palabra de Dios está relacionada entre sí desde el Génesis hasta el Apocalipsis, ella es como un gran rompecabezas con partes por aquí y partes por allá. Por tal motivo es de tener sumo cuidado para afirmar algo si no se ha profundizado diligentemente en la Escritura.

 

En los capítulos antes mencionados del libro de Ezequiel, se hace alusión a Gog y Magog, el primero un príncipe, y la segunda una tierra (Ezequiel 38.2-3). Luego se habla de ellos, en Apocalipsis; pero es de notar cuidadosamente donde son mencionados este príncipe y esta tierra, que es en hechos que tendrán lugar después del milenio, ya que participan en la rebelión que levanta el diablo inmediatamente es sacado del pozo del abismo (Apocalipsis 20.7-9), donde estará durante el milenio (Apocalipsis 20.1-3). De manera que lo que expresa Ezequiel, en los capítulos treinta y ocho y treinta y nueve, se cumple en el capítulo veinte de Apocalipsis, terminado el milenio, y no tiene ninguna relación con el Armagedón.

 

Causa de lid

Jerusalén es una ciudad que ha sufrido muchas guerras y tomas, en varias ocasiones ejércitos extranjeros han entrado por sus muros, algunas de éstas están registradas en la palabra de Dios. La biblia manifiesta que antes del reino milenial, Jerusalén será tomada por última vez. El Anticristo representando a los gentiles, conquistará la ciudad. Esto sucederá, se supone, a mediados de la gran tribulación (Daniel 9.27; Mateo 24.15; Lucas 21.20-24; Apocalipsis 11.2).

 

Este sometimiento, durará aproximadamente tres años y medio (Daniel 9.27; Apocalipsis 11.2). La toma de la ciudad significa, desde luego, la conquista de todo el pueblo israelita. Al final de este período se peleará en Armagedón, aparecerá nuestro Señor Jesucristo con ciento cuarenta y cuatro mil de los redimidos, para libertar la ciudad y pueblo de Dios, y desde luego, a toda la tierra (Zacarías 14.5; Apocalipsis 14.1; 19.11...).

Sexta copa

Cuando se derrama esta copa, se hacen los preparativos para la batalla en Armagedón, pero todavía no se realiza.

 

"El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente. Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios todopoderoso. Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama " (Apocalipsis 16.12-14,16).

 

Cuando se seca el agua del río Eufrates, se prepara el camino para los reyes del oriente. Esto ocurre porque muchas naciones de su región están ubicadas al oriente de Israel, ya que la frontera occidental de este país es el mar mediterráneo. Los que pelearán en Armagedón, serán contingentes de las naciones más importantes del planeta. Es de tomar en cuenta que este valle, no puede albergar a tantas personas, como para que cada nación de la tierra envíe un grupo armado.

 

Monte de los Olivos

"...Así vendrá, como le habéis visto ir al cielo. Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte de los Olivos..." (Hechos 1.11-12).

 

En estos versículos está hablando de la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo a llevar a su iglesia, en el sentido que aparecerá sobre las nubes en su retorno; pero también se refiere a su tercera venida, para pelear en Armagedón. Al haberse ido de la tierra hacia el cielo desde este monte, de los Olivos, significa que sobre ese mismo monte regresará, porque dice: "...Así vendrá, como le habéis visto ir al cielo" (Hechos 1.11).

 

La palabra de Dios expresa que cuando venga el Señor Jesús a pelear en esta batalla, posará sus pies sobre este monte.

 

"...Como el león y el cachorro de león... así Jehová de los ejércitos descenderá a pelear sobre el monte de Sion, y sobre su collado. Como las aves que vuelan, así amparará Jehová de los ejércitos a Jerusalén, amparando, librando, preservando y salvando" (Isaías 31.4-5).

 

"...Y se afirmaran sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente..." (Zacarías 14.4).

 

"Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente" (Apocalipsis 14.1).

 

El monte de Sion está dentro de la ciudad de Jerusalén, y el monte de los Olivos, frente a ella, al oriente, bien cerca. Entonces, cuando la biblia habla de cualquiera de estos montes, se refiere al mismo sitio geográfico; por tanto, los versículos mencionados, todos tratan del mismo suceso.

En el libro de Joel, nuestro Dios menciona el valle de Josafat, para hablar del juicio que un dìa impartirá sobre las naciones.

 

"Reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat... Despiértense las naciones y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones..." (Joel 3.2,12).

 

Pero no está hablando del juicio final, como muchos creen, sino de la batalla de Armagedón, esto debido a estas razones: Primero, cuando Jehová dice: "...Allí me sentaré para juzgar a todas las naciones..." Se refiere a la batalla de Armagedón y al juicio que impartirá al destruir a muchos de sus enemigos. Segundo, la ubicación del valle de Josafat es al oriente de Jerusalén, entre la ciudad y el monte de los Olivos, realmente muy cerca de la ciudad.

 

Tomando en cuenta el sitio geográfico del valle de Josafat, que prácticamente es el mismo del monte de los Olivos y del monte de Sion, se puede decir que estos versículos de Joel, se refieren a la misma batalla

 

Séptima copa

Se derrama esta copa, y se efectúa la venida de nuestro Señor Jesucristo, para pelear contra el trío infernal, compuesto por el dragón, la bestia o Anticristo y el falso profeta; también contra los diez cuernos y contingentes o ejércitos de las naciones. Porque efectivamente es en este momento, cuando se derrama esta copa, que viene Jesús a pelear en Armagedón.

La biblia dice: "A la presencia de Jehová tiembla la tierra..." (Salmo 114.7).

 

Los siguientes versículos nos hablan de esta venida, y de como se dará un terremoto mundial cuando él viene a pelear.

 

"Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblaran los cielos y la tierra..." (Joel 3.16).

 

"Y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones..." (Ageo 2.7).

 

"...Y se afirmaran sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra hacia el sur..." (Zacarías 14.4).

 

Por esta causa cuando se derrama esta copa, la séptima, se produce un terremoto en todo el planeta, de tal magnitud que las ciudades de todas las naciones, sus edificaciones, colapsan, se derrumban, caen a tierra por la fuerza de este temblor. Las islas y las montañas son removidas o desaparecen de donde están asentadas, entre otras cosas.

 

"El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados. Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande" (Apocalipsis 16.17-21).

 

Definitivamente, en el derramamiento de esta copa, se lleva a cabo la venida de Jesús, para destruir el imperio mundial del trío infernal e imponer sobre la tierra su reino milenial.

La biblia relata cómo será esta batalla:

 

"Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.

 

De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes.

 

Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos" (Apocalipsis 19.11-21).

 

Esta porción de la biblia, manifiesta de manera clara, como será la batalla en Armagedón. Vendrá el Señor Jesús con sus santos o Iglesia, y peleará contra el trío infernal, el cual habrá reunido contingentes de muchas naciones en Armagedón. La pelea será efímera o de corta duración, Jesús no necesitará hacer gran cosa para deshacerse de sus enemigos.

 

Conclusión

El día en que se efectuará esta batalla, se aproxima de manera sorprendente. Jehová, después de destruir a los ejércitos de las naciones reunidos en Armagedón, apresará a la bestia o anticristo y al falso profeta, y los lanzará vivos al lago de fuego y azufre (Apocalipsis 19.20-21); también capturará al diablo y lo encerrará en el abismo por mil años (Apocalipsis 20.1-2). Así comenzará el milenio o gobierno de los hijos de Dios sobre la tierra. Amén.

 

Citas; Reina Valera 1960.